Una vez cocinados los rollos, a través de un tractor se acercan los mismos al lugar donde se encuentran los motosierristas, los mismos se encargan de sacar las cortezas de los rollos y de cortar a las medidas requeridas según la necesidad del cliente.
El producto será lámina debobinada que puede tener de 0,6 a 3 milímetros de espesor y de largo hasta 2,50 metros.
Las láminas pasan luego por el secadero a vapor y debe quedar hasta con 12 grados de humedad.
Las láminas, luego son saneadas y son cortadas.
Se unen entre sí por máquinas especiales para llegar a la medidas requeridas, para su posterior clasificación.